| Inicio | Mapa Web
Asociación de Empresarios de Artes Gráficas de Asturias Cabecera
La Asociación Servicios Documentación Asociados Foros Boletín Enlaces Orígenes
 

Inicio > Orígenes de la Imprenta en Asturias
Orígenes de la Imprenta en Asturias

Como es sabido, el arte de imprimir, inventado en el siglo XV, se propagó a una velocidad sorprendente a lo largo y ancho de la Europa renacentista, de tal manera que se puede afirmar que a mediados del siglo XVI no había ciudad de cierta importancia que no contase con algún taller de impresión. Y la capital de Asturias no fue una excepción, aunque su historia será traumática y azarosa.

En la difusión del nuevo invento, la Iglesia tuvo un papel fundamental. La vieja institución captó muy pronto lo que suponía poder poner en circulación cientos de ejemplares de breviarios y misales, que servirían para propagar sus doctrinas y educar a sus clérigos. Fueron estas ideas las que, a mediados el siglo XVI, llevarían a la clerecía de la diócesis de Oviedo a suplicar en Sínodo a su obispo que imprimiese el Breviario ovetense "porque ya eran muy raros los ejemplares". Aceptada la propuesta, el cabildo ovetense acordó con el impresor ambulante gallego Agustín de Paz la elaboración de 1.100 misales y 1.200 breviarios. Así que fueron sus prensas las que, una vez instaladas en Oviedo, estamparon las primeras obras impresas en el Principado de Asturias. Se trata del Breviarium secundum consuetudinem Diócesis Ovetensis y de las Constituciones Synodales del Obispado de Oviedo, ambas de 1556.

La estancia en el Principado de Agustín de Paz fue efímera, por lo que Asturias permanecerá sin imprenta durante más de un siglo y, aunque algún que otro impresor pasó por Asturias, el trabajo era tan escaso que ninguno echó raíces. Además, con frecuencia las autoridades preferían recurrir a las imprentas estables de otras ciudades como Madrid, Salamanca o Valladolid. Esta situación se mantuvo hasta que el gobernador del Principado, Jerónimo de Altamirano, ante las dificultades con las que se topaba para su gestión por la falta de imprenta, decidió instalar un taller dependiente de la Junta. Para acabar con estas condiciones precarias, propuso a los diputados contratar al impresor vallisoletano Francisco Plaza quien, trasladado a Asturias en 1680, fue nombrado Impresor del Principado. Con su taller se establecerá definitivamente el arte de imprimir en Oviedo, naciendo con él una dinastía de impresores que monopolizará la impresión en Asturias hasta finalizar el siglo XVIII y prolongando su actividad hasta 1872.

A lo largo de su dilatada vida, la imprenta de Plaza sólo tuvo un serio competidor. Cuando, en 1810, los franceses invadieron Asturias, la Junta para la que trabajaba tuvo que huir de Oviedo y al negarse el impresor a seguirla no hubo otro remedio que buscar otro impresor. Fue éste el gallego Francisco Cándido Pérez Prieto, que, con su imprenta ambulante aceptó seguir a la Junta en sus andanzas. Así que, cuando por fin se alcanzó la paz, Pérez Prieto fue, con toda justicia, nombrado Impresor del Principado, título mantuvo hasta el año de su fallecimiento en 1839.

Los acontecimientos que agitaron el país durante el primer tercio del siglo XIX perturbaron profundamente la vida social y cultural, pero con el cambio político que se inicia a partir de 1833 y después de superados los años de la guerra civil, España entra en un proceso de lenta recuperación económica y cultural. El desarrollo del periodismo y las innovaciones en las formas de impresión como la litografía, la introducción de rodillos en sustitución de las planchas, el sistema de rotativa y, en fin, la aplicación del motor a la industria de la impresión harán de la segunda mitad del siglo XIX lo que se podría denominar la etapa de oro de la imprenta en Asturias. Sólo en Oviedo una veintena de talleres tipográficos se fueron sucediendo o conviviendo. Además, al finalizar el siglo y en los primeros años del siglo XX casi todas las villas con cierta importancia disfrutaban de uno o más talleres de impresión.

La segunda localidad que tuvo imprenta estable en Asturias fue Gijón. Aquí se instaló el impresor gallego Pedro José Santiago López de Sotomayor en 1843. Aunque su estancia fue breve, su labor la continuó su sobrino José Abreu junto con el comerciante Crosa. El desarrollo de la imprenta gijonesa estuvo muy unido a los cargos políticos, a la industria y al periodismo. Propietarios de imprenta fueron los alcaldes Domingo Crosa y Nemesio Sanz Crespo; José Elduayen, ingeniero e industrial, montó la Imprenta La Verdad (1854); hijo de industriales fue Alfredo Truhán, joven artista que dirigió el primer establecimiento litográfico (1858); también estaban ligados a la industria los hermanos Moré, promotores de la litografía artística más moderna de Asturias(1871). También será la vocación comercial e industrial de la villa la que permita el desarrollo de sistemas de impresión orientados a la estampación sobre metal como es el caso del de los hermanos Moré y el Establecimiento Cromo-Litográfico de Julio Mencía. La impresión de periódicos será el germen de talleres como el de Cástor Ladreda (1960) donde se imprimió el primer diario gijonés, El Norte de Asturias, del cual también era propietario y el de Jenaro Junquera y Plá (1875) que editó y dirigió El Productor Asturiano. Fruto del esfuerzo de algunos industriales y comerciantes fue la publicación de El Comercio (1878) y de El Musel (1891), impresos ambos en los talleres que llevarán sus nombres.

La expansión de la imprenta en el resto de Asturias estuvo muy relacionada con el auge del periodismo y la publicación de periódicos. En Avilés Antonio María Pruneda será el primer impresor y director del primer periódico de la villa, El Eco de Avilés (1866). Ramiro Pérez del Río instaló la primera imprenta en Luarca y de sus planchas salió El Faro de Luarca (1859). El Oriente de Asturias (1868) vio la luz en los talleres que el impresor gijonés Cástor Ladreda abrió en la villa llanisca. En Cangas del Narcea se tiró El Occidente de Asturias (1882); El Auseva (1891) salió en Cangas de Onís; Villaviciosa, tuvo su primer periódico, La Opinión de Villaviciosa (1894) impreso en la localidad, al que siguieron otros muchos. Pravia, La Felguera, Candás, Castropol desarrollarán a principios del siglo XX la industria de la impresión.

Carmen Mourenza Álvarez

 

 
Últimas Noticias
     
Flecha APROBADO EL CONVENIO COLECTIVO  
   
Flecha PREACUERDO CONVENIO COLECTIVO 2015  
   
Flecha FIRMADO EL CONVENIO COLECTIVO  
   
» Ver todas  

Ofertas sólo para asociados

Últimos Vídeos
     
Flecha El Papel de tu Vida - Presentacion - Pablo Lopez 2016-01-21  
   
Flecha VII JORNADA EMPRESARIAL. EL PAPEL: ECOLOGÍA Y COMUNICACIÓN.  
   
Flecha VI Jornada Empresarial de Artes Gráficas de Asturias  
   
» Ver todos  

Datos de contacto
Asociación de Empresarios
de Artes Gráficas de Asturias
C/ Pintor Luis Fernández, 2
33005 - Oviedo (Asturias)
Teléfono: 985 23 21 05
Fax: 985 24 41 76
» Formulario de contacto
» Plano de localización





:: © 2007 - 2010 Asociación de Empresarios de Artes Gráficas de Asturias :: Aviso Legal :: Desarrollado por: eDise ::